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Impacto en España de la falta de acuerdo para el Brexit

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Euler Hermes, uno de los accionistas de Solunion, analiza en su informe “A hard Brexit could cost the EU EUR33BN in annual exports”, las probabilidades de que venza el periodo transitorio del Brexit sin que se logre un nuevo acuerdo sobre las relaciones económicas entre Reino Unido y la Unión Europea. Una posibilidad que se ha incrementado en un 45% durante los últimos meses. 

A principios de 2020, publicamos otro artículo en el que nos hicimos eco de la opinión expresada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al respecto: Previsiones y fechas clave para el Brexit en 2020

A su parecer, la consecución de un acuerdo para el 31 de diciembre iba a resultar muy difícil, debido a la brevedad del plazo establecido.

La realidad es que las negociaciones han permanecido estancadas durante gran parte del año. Además, la pandemia de la COVID-19 ha contribuido a dificultar el proceso negociador.

Sea como fuere, si no se produce un avance rápido y notable en dichas negociaciones, la falta de acuerdo podría entrañar graves consecuencias para la economía española.

Por supuesto, no hay que olvidar que la economía y ciudadanía británicas también tendrán que hacer frente a desafíos semejantes. Sin embargo, en esta ocasión, vamos a analizar la repercusión para España.

Régimen no preferencial y caída de las exportaciones

La falta de acuerdo daría lugar a la aplicación de un régimen básico no preferencial. Esto supondría la aplicación de cuotas, aranceles, control de reglas de origen e inspecciones fronterizas. Según el citado informe, las estimaciones apuntan a un incremento del 10% en las tarifas sobre los productos importados desde países como Francia, Alemania o España.

Sector agroalimentario

no de los sectores más afectados sería, sin duda, el agroalimentario, el cual tiende a estar sometido a elevados aranceles. Reino Unido es uno de los principales importadores de productos alimenticios de alta calidad.

La Administración británica ha publicado el arancel aplicable a partir de 2021. No obstante, ha mostrado su voluntad de reducir las inspecciones con el propósito de evitar problemas de abastecimiento. Asimismo, ha sugerido la posibilidad de posponer el pago correspondiente a los aranceles, lo cual no implicaría su devengo en ningún caso.

Evidentemente, la congestión del tráfico aduanero podría afectar sustancialmente a los productos perecederos.

Sector pesquero

El sector pesquero tendría que hacer frente a un desafío complementario: el del cierre de los caladeros británicos. 

Esto supondría aumentar la presión en algunas regiones españolas, con mayor predominancia de industria pesquera.

Otros sectores afectados

Finalmente, los sectores farmacéutico y automovilístico también están amenazados por una hipotética falta de acuerdo comercial.

No en vano, desde el año 2014, tanto la exportación de medicamentos como la del sector de la automoción han caído progresivamente.

Dificultades para los servicios financieros y empresariales

En primer lugar, las empresas españolas que no dispongan de filiales en Reino Unido no podrán prestar sus servicios en las islas británicas.

Por supuesto, las principales operadoras financieras cuentan con este tipo de presencia en Reino Unido, pero es probable que sus balances se vean resentidos debido a la incertidumbre ocasionada por la falta de acuerdo comercial.

Por otro lado, la retirada del reconocimiento de las titulaciones profesionales, así como las restricciones a los visados de negocios de corta duración podrían poner en dificultades a multitud de empresas españolas y profesionales que brindan sus servicios en Reino Unido.

Incertidumbre para el transporte aéreo

La estructura accionarial de IAG-Iberia no es válida para operar en el espacio aéreo europeo una vez se haya consolidado la salida del Reino Unido. Así lo ha hecho saber la Comisión, que ha expresado la necesidad de modificar la propiedad y control de del gigante aeronáutico.

Lastre para el turismo

España es uno de los destinos turísticos tradicionales para los ciudadanos británicos. Por ese motivo, es previsible que una salida abrupta de la Unión Europea por parte del Reino Unido implicase una reducción en la afluencia de turistas.

Las limitaciones en los visados, así como las dificultades para realizar trámites o acceder a servicios propios del desplazamiento supondrían un lastre destacado. Cuestiones como la validez de los permisos de conducir, la contratación de seguros de viaje, la aplicación de los costes de roaming en el uso de telefonía móvil, el traslado de mascotas y un sinfín de cuestiones similares entorpecerían un viaje que, hasta ahora, había tenido lugar con gran facilidad.



Finalmente, no hay que olvidar que las principales consecuencias del Brexit se manifestarán en el largo plazo. 

La relocalización de las cadenas de valor, el cambio de protagonismo geopolítico, la búsqueda de nuevos mercados alternativos y las decisiones de inversión en una u otra región jugarán un papel determinante en el desarrollo económico de Reino Unido, España y el resto de países de la Unión Europea.

Actualidad Solunion