El reciente cambio de Gobierno en los Estados Unidos plantea un nuevo escenario, cuyos efectos conviene analizar.
En este artículo, abordamos las principales áreas, así como las estimaciones de Euler Hermes, uno de nuestros principales accionistas, respecto a las probabilidades de que se consuman de forma efectiva.
Plan de estímulo económico
La nueva Administración ha prometido un paquete de estímulo económico valorado en 1,9 billones de dólares, con el objetivo de impulsar la economía tras el deterioro ocasionado por la pandemia del coronavirus. En el corto plazo, las medidas propuestas son semejantes a las que ya fueron aprobadas en las anteriores Ley CARE y Ley “Response and Relief Act”, de marzo y diciembre de 2020.
- Apoyo directo a las personas y familias, a través de controles de estímulo y la mejora de su seguro de desempleo.
- Gastos suplementarios en atención médica.
- Apoyo financiero local y estatal, junto a créditos fiscales.
Ahora bien, para poder hacer realidad estas medidas, será necesario contar con el apoyo del Congreso, el cual no está garantizado:
- Aunque los demócratas han logrado la mayoría en el Senado, aún están lejos de los 60 votos necesarios para aprobar nueva legislación.
- Parte de la cámara podría argumentar que los paquetes de medidas adoptados a lo largo del año pasado son suficientes para abordar la crisis económica.
De acuerdo con las estimaciones de Euler Hermes, el escenario más probable (60% de probabilidad) implica la ejecución de la mayor parte del plan, pero reduce el alcance local y estatal. El resultado sería que el importe del estímulo económico alcanzaría 1,2 billones de dólares, en lugar de los 1,9 prometidos.
Incremento del salario mínimo federal
Otra de las promesas electorales de la nueva Administración es duplicar el salario mínimo federal. Esto implicaría pasar de los actuales 7,5 dólares/hora a 15 dólares/hora.
Según las estimaciones de Euler Hermes, a partir del estudio de Allianz Research respecto a anteriores periodos, dicho incremento tendría múltiples repercusiones:
- Por un lado, es probable que se genere un escenario de inflación del 4% en el periodo 2021 y 2026.
- Asimismo, es razonable esperar cierta desestabilización en la creación de empleo a nivel microeconómico.
Incremento de la deuda
Una de las consecuencias directas de este tipo de políticas es el aumento de la deuda y el déficit públicos.
A pesar del posible crecimiento generado por el estímulo económico, es probable que la deuda pública estadounidense alcance el 166% de su PIB, para el año 2030
Mayor lucha contra la pandemia
El objetivo más inmediato de la nueva Administración es la distribución de 100 millones de vacunas durante los primeros 100 días de mandato. Teniendo en cuenta el ritmo de vacunación actual, que ronda el millón diario, el objetivo parece bastante realista; al igual que el logro de la inmunidad de grupo para el final del segundo trimestre o el comienzo del tercero. No obstante, el coronavirus continúa avanzando entre la población, y sometiendo al sistema de salud a un notable estrés.
Incertidumbre sobre la política respecto a Irán
Aún existe gran incertidumbre acerca de la postura de los Estados Unidos respecto a Irán, y el acuerdo internacional sobre su programa nuclear. En principio, se espera un cambio de política; sin embargo, es poco probable que las sanciones impuestas desde 2018 se relajen en el corto plazo.
A priori, lo más factible es que las negociaciones bilaterales comiencen una vez pasadas las próximas elecciones en Irán, previstas para junio de este año.
Política energética contra el cambio climático
Por último, el cambio de Gobierno en los Estados Unidos también va a suponer un giro en las políticas respecto a la inversión en infraestructura y energía. El objetivo fundamental se fija en la reducción a cero de las emisiones netas de gases de efecto invernadero, para el año 2050. Esto implica el regreso al acuerdo climático de París, así como una serie de medidas:
- Impulso a la energía eólica marina.
- Restricciones a la fracturación hidráulica en la industria petrolífera y gasística, con la prohibición de nuevos arrendamientos en tierras y aguas públicas.
- Restricciones a nuevas infraestructuras para la industria petrolífera, limitando el desarrollo de oleoductos, gasoductos e instalaciones para la exportación.
- Apoyo a la movilidad eléctrica, con nuevos estándares para el uso de combustibles. No obstante, los cuatro millones de vehículos eléctricos que se espera circulen por el país, para finales de la década sólo constituyen el 1,5% del objetivo de 275 millones para el año 2030.
