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El ROE (Return on Equity o retorno sobre el patrimonio neto) es un indicador financiero clave que mide la rentabilidad de una empresa en relación con los fondos aportados por sus accionistas y las posteriores reservas acumuladas.
En términos simples, el ROE refleja la eficiencia con la que tu empresa utiliza su capital propio para generar beneficios. Indica la rentabilidad obtenida por cada “unidad de dinero” invertida en la compañía. Esto te permite evaluar su capacidad para retribuir a los accionistas a través de dividendos o la apreciación del valor de las acciones o participaciones.
Esta ratio es fundamental para entender si tu empresa está maximizando el uso de sus recursos. Una evolución creciente es un signo de que la empresa está gestionando eficazmente su capital, lo que suele aumentar su atractivo frente a los inversores. Además, el ROE es utilizado para fijar objetivos de rentabilidad y comparar su rendimiento con otras empresas del mismo sector.
1. Fórmula para calcular el ROE: ¿cómo se mide y qué refleja?
El cálculo del ROE es sencillo y utiliza dos componentes fundamentales de las finanzas empresariales:
- El beneficio neto: es el resultado financiero después de impuestos y otros gastos, es decir, el beneficio real que obtiene la empresa.
- El patrimonio neto: es el capital aportado por los accionistas, más las reservas generadas por la compañía.
La fórmula para calcular el ROE es la siguiente:
ROE = (Beneficio neto / Patrimonio neto) ×100
Se expresa en forma de porcentaje y refleja cuántos beneficios genera tu empresa por cada euro invertido por los accionistas. Por ejemplo, un ROE del 15% significa que, por cada 100 euros de capital propio, la empresa ha generado 15 euros de beneficio neto.
Un ROE elevado suele indicar que la empresa es eficiente en el uso de su capital, mientras que un ROE bajo podría señalar problemas en la gestión o la necesidad de mejorar la rentabilidad.
Es importante destacar que, para interpretar correctamente esta ratio, hay que compararlo con empresas del mismo sector, ya que la estructura financiera y el riesgo varían según la industria.
2. Estrategias para mejorar el ROE
La forma más eficaz de mejorar el ROE es mediante el aumento de los ingresos y la reducción de los costes operativos. No obstante, existen otras estrategias que deben contemplarse.
2.1 Expansión en nuevos mercados
La expansión hacia nuevos mercados o la diversificación de productos es una estrategia fundamental para aumentar los ingresos, sin necesidad de hacer grandes inversiones adicionales en infraestructura o capital humano. Además, aprovechar las tendencias del mercado y la innovación tecnológica permiten acceder a nuevos segmentos de clientes, lo que puede impulsar las ventas y mejorar el retorno de la inversión.
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2.2 Aumento sostenible de los precios
En segundo lugar, y siempre que el mercado pueda tolerarlo, un ajuste alcista de los precios de venta. Manteniendo la calidad, puede contribuir a la mejora de la rentabilidad, y favorece la flexibilidad financiera para reinvertir en el crecimiento futuro.
2.3 Mejora de la eficiencia operativa
Por otro lado, la optimización de los procesos operativos, la reducción de los costes de producción o la mejora en las negociaciones con proveedores también puede mejorar los márgenes de beneficio.
Reducir los costes operativos es una forma directa de mejorar el ROE. Una manera efectiva de hacerlo es mediante una revisión exhaustiva de los procesos internos. Esto implica identificar ineficiencias, eliminar duplicidades y optimizar los flujos de trabajo. La automatización de tareas repetitivas, el uso de software de gestión empresarial y la mejora en la planificación de recursos pueden reducir drásticamente los costes.
Otro aspecto clave para reducir los costes operativos es la mejora en la eficiencia energética. Implementar prácticas sostenibles, como la inversión en tecnologías más eficientes o la adopción de fuentes de energía renovable. Esto no solo reduce los costes a largo plazo, sino que también posiciona a la empresa como un actor responsable frente a los inversores y el mercado.
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Además, la revisión y reducción de otros gastos operativos innecesarios, como suministros, alquileres o servicios de terceros, puede generar ahorros significativos. Sobra decir que estos ahorros han de reinvertirse en áreas estratégicas que aumenten la eficiencia y la rentabilidad.
3. Influencia del apalancamiento financiero en el ROE
El apalancamiento financiero consiste en el uso de deuda para financiar las operaciones de una empresa. Cuando se utiliza correctamente, permite a tu empresa aumentar su rentabilidad sin aumentar proporcionalmente los fondos propios. Evidentemente, la clave está en lograr generar una rentabilidad sobre la inversión mayor al coste de la deuda adquirida.
Ten en cuenta los siguientes aspectos para aprovechar el apalancamiento financiero sin poner en riesgo la estabilidad de tu empresa:
- Evaluar el coste de la deuda: antes de aceptar financiación, debes comparar el coste de los intereses con los beneficios esperados de la inversión. Si el retorno es superior al coste, el apalancamiento mejorará el ROE.
- Mantener un equilibrio adecuado entre deuda y capital propio: es importante no sobrecargar la estructura financiera de la empresa con deuda, ya que puede aumentar el riesgo de insolvencia. Una proporción equilibrada entre fondos propios y deuda es fundamental para asegurar que la empresa pueda cumplir con sus obligaciones sin comprometer su solvencia.
- Reinvertir eficientemente: el dinero obtenido a través de la deuda debe utilizarse de manera eficiente. Esto puede incluir la reinversión en proyectos con alto potencial de rentabilidad, la compra de activos productivos o la mejora de la infraestructura operativa.
- Monitoriza la evolución del apalancamiento: el uso de deuda debe ser revisado periódicamente para asegurarse de que los beneficios superan a los costes. Un exceso de apalancamiento puede dar lugar a problemas financieros si el negocio no genera suficientes ingresos para cubrir los pagos de intereses.
4. Servicio de recobro de Solunion: la herramienta clave para mejorar el ROE
Este servicio está diseñado para gestionar de manera integral el proceso de cobro de las deudas comerciales, a través de una herramienta de gestión online.
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Esto incluye la recuperación de facturas impagadas de tus clientes, tanto nacionales como internacionales, sin importar si tu empresa cuenta con una póliza de seguro de crédito con Solunion. Su enfoque combina una gestión prelegal y, si es necesario, medidas legales para recuperar los importes adeudados de forma rápida y eficiente.
Gracias a nuestra red de gestores especializados y capacidad operativa en más de 130 países, logramos minimizar el deterioro financiero que ocasionan los impagos. Esto mejora la liquidez de tu empresa y reduce el riesgo de pérdidas por insolvencia. Al reducir los plazos de cobro y aumentar la tasa de recuperación de deudas, el servicio de recobro no solo impacta positivamente en el flujo de caja. También reduce el riesgo de pérdidas por insolvencia.
El resultado conjunto supone una mejora de la eficiencia financiera y, en consecuencia, la rentabilidad sobre los recursos propios. Además, nos encargamos de todo el proceso de recobro, desde la comunicación del impago hasta la resolución, ya sea por vía amistosa o legal. Esta gestión integral y simplificada permite que tu empresa centre sus esfuerzos en su actividad principal, mientras Solunion maneja el seguimiento y resolución de los impagos.