Recientemente, Euler Hermes ha publicado el informe “Covid-19 vaccines: a USD40bn revenue windfall for pharmaceuticals”, en el cual analiza el efecto del desarrollo de las vacunas de la COVID-19 para el sector farmacéutico y biotecnológico.
La COVID-19 centra la atención en la producción de vacunas
El sector farmacéutico ha invertido alrededor de 25.000 millones de dólares en I+D, para desarrollar la vacuna del coronavirus. La mitad de dicho importe provino de la “Operación Warp Speed”, financiada por los Estados Unidos.
Actualmente, tanto Estados Unidos, como la Unión Europea han aprobado la distribución de las vacunas de Pfizer / BioNtech, Lonza / Moderna y Oxford / AstraZeneca, entre la población. Además, se espera la aprobación de la vacuna alemana CureVac, y de la nueva vacuna de Johnson & Johnson, en el corto plazo.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta la presencia de las vacunas china (Sinopharm), rusa (Sputnik V) e india (Covishield), las cuales están siendo distribuidas en Asia y parte de América Latina.
Además, disfrutan de cuatro grandes ventajas frente a la industria de los medicamentos en su conjunto:
- Hacen frente a una competencia muy limitada, por parte de otros medicamentos, a lo que hay que añadir importantes barreras de entrada, como los estándares exigidos por los reguladores.
- Disfrutan de una prolongada inmunidad frente a los productos genéricos, debido a que las vacunas genéricas requieren costes ligados a ensayos clínicos y gastos de fabricación, que merman los márgenes obtenidos por un precio de venta más reducido.
- Cuentan con ayudas por parte de gobiernos y organizaciones humanitarias, -como UNICEF y OMS-, así como el apoyo de las instituciones sanitarias, que promueven las vacunaciones.
- Logran suficiente rentabilidad, gracias a las vacunas más nuevas y una mayor vida útil, tras el vencimiento de las patentes.
Los fabricantes de medicamentos patentados están mejor posicionados que el sector de los genéricos
Además de lo señalado anteriormente, el informe de Euler Hermes llama la atención sobre el fuerte nivel de endeudamiento de los fabricantes de medicamentos genéricos. A este lastre para su rentabilidad se une la ausencia de acantilados de patentes durante los próximos años. Por el contrario, los fabricantes de medicamentos patentados se encuentran en una situación privilegiada. La demanda de vacunas no solo ha crecido, sino que requiere plazos especialmente breves. Las economías de escala de estos fabricantes podrían permitirles incrementar su rentabilidad hasta el 34% en 2021, muy por encima del promedio del 20% de los últimos años. Además, se espera un crecimiento del 8% de sus ingresos, en 2021.
Las biotecnológicas podrían emerger como líderes de la industria
Mención aparte merecen los laboratorios biotecnológicos, cuya estimación de crecimiento se sitúa en el 21% para 2021.
Hasta ahora, empresas como Moderna o BioNtech habían sido grandes desconocidos dentro del sector. Sin embargo, su capacidad para crear vacunas, reduciendo a escasos meses los habituales plazos de ocho años de desarrollo, ha puesto de manifiesto que estamos frente a un cambio de paradigma en el sector farmacéutico.
Se espera que sus medicamentos acaparen un margen operativo del 40%, y su innovadora tecnología está centrando las miradas de los inversores. El único hándicap al que se enfrentan es la carencia de plantas de producción, motivo por el cual suelen otorgar licencias de producción a las grandes farmacéuticas.
Cabe preguntarse quién terminará absorbiendo a quién. Las quince mayores laboratorios biotecnológicos facturan 100.000 millones de dólares anuales, frente a los 500.000 millones de las farmacéuticas.
Es previsible que en el futuro próximo tengan lugar procesos de concentración dentro del sector, ya sea mediante absorciones de los laboratorios biotecnológicos, por parte de las farmacéuticas, o mediante fusiones, para reducir el endeudamiento propio de una adquisición.
