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Cómo el riesgo político afecta a las empresas

Riesgo político

El riesgo político es aquel que afecta a los intereses económicos de las empresas, como consecuencia de los cambios o la falta de estabilidad política de un país o región. Desde ese punto de vista, cualquier lugar del mundo presenta un mayor o menor riesgo político.

Diferencias entre el microrriesgo y el macrorriesgo político

A la hora de valorar y ponderar las consecuencias de una posible disrupción política, conviene diferenciar entre el macrorriesgo y el microrriesgo político.

El macrorriesgo político se refiere a aquellos cambios que afectan a todas las empresas y entramado comercial e industrial que operan en un determinado país. Esto puede deberse, por ejemplo, a expropiaciones generalizadas de las empresas extranjeras o a conflictos armados.

El microrriesgo político, sin embargo, comprende aquellas decisiones o eventos que perjudican a una empresa o sector industrial específico. La corrupción o la toma de decisiones políticas concretas son algunos ejemplos típicos.

Riesgo político en función del alcance de la inversión

Por otro lado, el nivel de actividad e involucración en el entramado económico regional que asume una empresa también determina el grado de riesgo político que se está asumiendo. En ese sentido, se suele diferenciar estas 3 categorías:

  • Riesgo político comercial
  • Riesgo político sobre las licencias internacionales de tecnología y propiedad intelectual
  • Riesgo político por la inversión directa en el extranjero

Su denominación explica por sí misma el alcance de esta tipología de riesgos. El riesgo de intercambio comercial es el que suele suponer un perjuicio económico más comedido y la inversión en territorio extranjero la que puede tener mayor impacto sobre el balance de una empresa.

Cómo afecta a las empresas el riesgo político

El riesgo político tiene repercusiones sobre ámbitos muy variados del comercio y la actividad económica internacional de las empresas. Estas pueden ir desde el incremento de los costes operativos, la concurrencia de pérdidas comerciales o incluso el cierre de instalaciones.

Cadena de suministro

La ausencia de estabilidad política también puede afectar a la cadena de suministros. Actualmente, las empresas se nutren de componentes y materias primas provenientes de múltiples países y cuyo transporte puede implicar el cruce de varias fronteras. Cualquier evento o decisión política que interfiera en el flujo de la cadena de suministro puede afectar gravemente a un negocio internacional. Por ejemplo, la guerra entre Ucrania y Rusia ha afectado a cientos de empresas de manera directa o indirecta.

Deterioro de la reputación corporativa

Aquellos países menos estables también presentan una mayor susceptibilidad a cuestiones como la corrupción o el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores locales. Esto supone un considerable riesgo para la reputación y la imagen de marca de aquellas empresas que se vean afectadas por la publicación de estos fenómenos.

Hiperinflación y fluctuaciones en el cambio de la divisa

La volatilidad en el tipo de cambio de la divisa o moneda utilizada en un determinado país también afecta directamente a la cuenta de resultados de una empresa. Las fluctuaciones pueden deberse, no obstante, a muchos motivos:

  • En algunos casos, la corrupción política genera una reacción en cadena en los mercados bursátiles haciendo que la moneda local se devalúe frente a aquella utilizada en el país de la empresa extranjera.
  • En otras ocasiones, la inflación desmedida y la falta de control por parte de las entidades reguladoras del mercado financiero local imposibilitan hacer un cálculo fiable de los resultados de un determinado ejercicio, tras aplicar el tipo de cambio correspondiente.

Actualmente, el caso más llamativo es el de Venezuela, cuya economía hiperinflacionaria está mermando la cuenta de resultados de las empresas españolas que operan en el país. A esto se une otro factor como es el de la imposibilidad de repatriar capitales, la cual no es sino otro ejemplo del riesgo que plantean las decisiones políticas en países inestables.

Impagos de los créditos concedidos a los clientes locales

Las cuentas pendientes por parte de los importadores o empresas que hayan contratado servicios a suministradores extranjeros también podrían resultar impagadas como consecuencia de cambios políticos o la deficiente estructura judicial del país.

Los cambios legislativos, la prohibición de emitir transferencias al extranjero o repatriar capitales, o la falta de imparcialidad por parte de las autoridades judiciales frente a las demandas presentadas por entidades extranjeras pueden llegar a impedir el saldo de los créditos pendientes.

Cómo prevenir y reducir el riesgo político

Antes de iniciar relaciones comerciales en otro país, es imprescindible adoptar una serie de medidas de prevención.

En primer lugar, se debe llevar a cabo un análisis de los riesgos que dicha actividad económica implica. El objetivo debe ser determinar el perjuicio que se puede llegar a sufrir en el caso de que las operaciones no lleguen a buen puerto.

En segundo lugar, se necesita una correcta planificación. Esto implica conocer en profundidad los detalles del ámbito jurídico y político doméstico, así como la relación del país con el resto de estados de su entorno. Los conflictos políticos, étnicos o religiosos, las disputas fronterizas, o la falta de reconocimiento de las principales normas internacionales deberían hacer saltar las alarmas.

Esta información puede obtenerse por medio de las cámaras de comercio internacional, embajadas de aquellos países que proporcionen asesoramiento de sus empresas internacionales, así como las compañías de seguro de crédito como Solunion.

Escasa eficacia de los acuerdos legales

En algunos casos, los países receptores se ofrecen a la firma de contratos que establezcan las condiciones de compensación con la empresa en cuestión cuando sus operaciones comerciales se vean interrumpidas por consecuencias derivadas del riesgo político.

Desgraciadamente, este tipo de acuerdos resultan poco fiables, dado que uno de los principales riesgos políticos es resultado directo de la falta de seguridad jurídica y la alta probabilidad de incumplimiento por parte de los gobiernos posteriores.

Contratación de seguros de crédito de riesgo político

Una de las formas más eficaces de minimizar el riesgo político de las actividades comerciales en el extranjero es la contratación de un seguro. Este te permitirá cubrir este tipo de aspectos y conseguir una compensación económica del perjuicio generado por la interrupción forzosa de las actividades y el impago de los créditos pendientes.

Además, los seguros de crédito también incluyen el acceso a servicios de monitorización y análisis del riesgo de los clientes y las operaciones a realizar. Esto los convierte en un excelente mecanismo de prevención.

En un entorno de creciente y necesaria internacionalización de nuestras empresas, es imprescindible adoptar una actitud prudente. Es elemental protegerse frente a aquellas decisiones y cambios políticos que escapan a nuestro control.

Lectura recomendada:

Actualidad Solunion