El ejercicio 2024 se cerró con cifras históricas para el sector de la maquinaria en España, pero también con señales claras de enfriamiento. La demanda acumulada durante los años anteriores ha sostenido el crecimiento, aunque ya se percibe un cambio de tendencia.
De acuerdo con el informe sectorial publicado por Solunion, el sector alcanzó un volumen de ventas de 2.323 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 7,7% respecto a 2023. Este avance, aunque positivo, se sitúa por debajo del fuerte incremento del 22% registrado en 2023, lo que confirma una desaceleración progresiva.
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La exportación como motor del sector de la maquinaria
El dinamismo internacional ha sido clave para sostener la actividad del sector de la maquinaria en España en 2024. Con un peso exportador cercano al 75% del total de la producción, la maquinaria española sigue encontrando oportunidades fuera, aunque no todos los destinos evolucionan del mismo modo.
- Estados Unidos y México: se consolidan como principales destinos de exportación gracias al impulso inversor en sectores como la automoción y la siderurgia. La solidez de estos mercados ha sido esencial para mantener el volumen de pedidos exteriores.
- Europa (Alemania, Italia y Francia): mientras Alemania muestra estabilidad (+1%), Italia sufre una fuerte contracción (-53%) tras la retirada de ayudas públicas. Francia también experimenta un menor dinamismo, lo que obliga a las empresas a diversificar hacia nuevos mercados.
- China: a pesar de un crecimiento del 25% en 2024, el mercado chino genera incertidumbre por la desaceleración económica interna y el aumento del proteccionismo, lo que podría afectar negativamente a las exportaciones en los próximos trimestres.
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Costes laborales al alza y control del margen de beneficio
El incremento sostenido de los salarios ha elevado los gastos de personal, especialmente en perfiles técnicos y especializados. Este factor se ha convertido en un reto para la rentabilidad, que obliga a revisar estructuras internas y estrategias de contratación.
Afortunadamente, la estabilidad en los precios del aluminio y el acero ha contribuido a mantener cierto equilibrio en los márgenes. Este aspecto ha compensado, en parte, el aumento de otros costes estructurales.
El conjunto del sector de la maquinaria ha conseguido sostener su rentabilidad en 2024, pero el margen de maniobra es cada vez menor. En este contexto, la eficiencia operativa y la estrategia comercial serán claves para afrontar el nuevo ciclo con garantías.
Insolvencias y morosidad: señales de alerta en el tejido empresarial
La ralentización del sector de la maquinaria ya tiene un reflejo directo en la salud financiera de muchas empresas. A lo largo de 2024, tanto las insolvencias como la morosidad han mostrado una tendencia claramente al alza, en especial entre los fabricantes más expuestos.
- Récord de concursos de acreedores: en 2024 se registraron 173 concursos en el sector máquina-herramienta, lo que representa un 34% más que en 2023 y el nivel más alto en una década, concentrados principalmente en el primer semestre (+61 % interanual).
- Subsectores más afectados: los fabricantes han sufrido un fuerte impacto por la caída de pedidos y el aumento de costes estructurales. El subsector de trading (importación y comercialización de equipos) también ha tenido tensiones, aunque con mayor estabilidad al inicio de 2025.
- Tendencia en la morosidad: en junio de 2024, el índice de morosidad superó la media nacional, vinculado a problemas de liquidez y vulnerabilidad financiera. Desde enero de 2025 se observa una ligera mejora, especialmente entre fabricantes, pero aún es pronto para confirmar un cambio de ciclo.
Relajación de los tipos de interés y la inflación
Pese a las dificultades, hay elementos que permiten mantener una expectativa optimista de cara a los próximos trimestres:
Por un lado, la moderación progresiva de los tipos de interés en Europa está reduciendo la carga financiera de las empresas. Esta tendencia puede ayudar a recuperar parte del apetito inversor en bienes de equipo durante la segunda mitad del año.
No obstante, el coste financiero sigue siendo alto respecto a años anteriores. Las empresas más expuestas a necesidades de circulante o avales están sufriendo especialmente esta presión.
Por otro lado, el encarecimiento de los insumos, especialmente en materias primas, se ha estabilizado. Este alivio en los costes puede favorecer la mejora de márgenes en un contexto de baja demanda.
2025: ¿tocar fondo o estabilización?
El ejercicio 2025 ha comenzado con señales mixtas. A pesar de que el sector de la maquinaria ha mostrado cierta recuperación en los primeros meses del año, la caída de pedidos acumulada en 2024 (-23%) y la fragilidad de la demanda aún condicionan el panorama a corto plazo.
- Por un lado, la caída del -45% en pedidos nacionales refleja la prudencia inversora de muchas empresas españolas. La incertidumbre económica y el retraso en decisiones de compra están enfriando la demanda.
- Por otro lado, los pedidos en mercados exteriores han retrocedido un -20%. La debilidad económica en Alemania, Francia e Italia, así como el proteccionismo en China y la cautela inversora en Estados Unidos, limitan las expectativas.
Aunque la moderación de los tipos de interés y la inflación podrían animar la inversión, el entorno geopolítico y la falta de planes concretos de renovación industrial en Europa ralentizan la recuperación del sector.
Retos clave que marcan el futuro del sector de la maquinaria
El contexto exige a las empresas del sector de la maquinaria una respuesta estratégica. El informe sectorial publicado por Solunion identifica una serie de desafíos a medio plazo, así como las correspondientes vías de actuación.
Competencia creciente y entrada de fabricantes chinos
La reducción general de pedidos ha intensificado la competencia. Las firmas con mayor músculo financiero están recurriendo a bajadas de precios y plazos más agresivos para captar negocio.
Además, los fabricantes chinos están superando las barreras de entrada gracias a su rápida capacidad de aprendizaje, y a un acceso más fluido a componentes electrónicos. Su presencia en Europa ya es una realidad.
Necesidad de escala, integración y especialización
La alta atomización del sector limita las economías de escala y dificulta el acceso a financiación y avales. En 2024 comenzaron las primeras operaciones de integración entre fabricantes, y esta tendencia se acelerará en 2025.
Consolidarse como grandes actores especializados puede ser la clave para mejorar márgenes, ser más competitivos y garantizar sostenibilidad financiera.
Evolución hacia un modelo de servicios integrados
La presión competitiva y la caída de pedidos obligan a transformar el modelo de negocio. Ya no basta con vender equipos: los clientes demandan soluciones completas que incluyan mantenimiento, asistencia técnica, formación o actualizaciones tecnológicas. Esto exige reforzar las plantillas dedicadas a servicios y adoptar una lógica más proactiva que reactiva.
Apertura a nuevos mercados fuera del núcleo europeo
Por último, la pérdida de tracción en los mercados tradicionales exige diversificar. Turquía, India o los países del Golfo presentan oportunidades de crecimiento. Requieren, eso sí, una estrategia comercial adaptada, alianzas locales sólidas y un conocimiento profundo de sus particularidades operativas y regulatorias.