Skip to content

Radiografía del sector del azulejo

sector del azulejo

De acuerdo con datos de Ascer (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos), representativa del 95% de la producción nacional, España es la primera potencia exportadora de cerámica de la Unión Europea en términos de volumen. Además, nuestro país también ostenta el segundo puesto mundial, tan solo superado por China.

La mayor parte de la producción se concentra en la Comunidad Valenciana y, especialmente, en la provincia de Castellón.

Como veremos a continuación, se trata de un sector pujante con grandes retos por delante. De hecho, es la tercera industria que mayor superávit comercial aporta, por detrás de la automoción y la alimentación.

Recuperación de las ventas e incertidumbre del sector

El sector del azulejo ha demostrado una excepcional capacidad de recuperación tras la debacle sufrida durante la crisis económica, pues ha logrado encadenar casi una década de crecimiento exponencial.

A falta de cifras de cierre de 2018, el pasado ejercicio se zanjó con una producción de 530 millones de metros cuadrados, llegando a superar el volumen de producción del año 2008, que alcanzó los 495 millones.

La facturación, por su parte, roza las cifras previas a la crisis económica, con ventas en 2017 por valor de 3510 millones de euros. Esto supuso un incremento del 5,9% de las ventas respecto al año anterior.

En lo que se refiere a las cifras de empleo, la industria se vio obligada a acometer una fuerte reestructuración. Esto dio lugar a la pérdida de 8000 empleos hasta el año 2012, momento a partir del cual comenzaron a crearse nuevos puestos de trabajo paulatinamente, hasta alcanzar los 15 600 actuales.

Durante el pasado ejercicio, el sector no sólo logró continuar creciendo, sino que también superó una de las asignaturas más complicadas de los últimos años: las medidas antidumping, de las que hablaremos enseguida.

Crecimiento en el mercado exterior y recuperación nacional

Sin duda, el pasado ejercicio fue muy esperanzador para el sector.

Por un lado, las exportaciones batieron récords históricos, gracias a una facturación de 2686 millones de euros, de los que el 47,7% fue a parar a destinos europeos. Sin embargo, mercados como Estado Unidos y Rusia experimentaron un notable repunte, del 24,5% y del 8,6% de sus importaciones respectivamente.


Por otro lado, el mercado nacional dio, por fin, signos de recuperación, gracias a un crecimiento del 10,5%, lo que se tradujo en un facturación de 834 millones de euros. Esta es una excelente noticia, dado que, hasta ahora, el mercado internacional ha acaparado más del 76% de las ventas de la industria. La recuperación de la demanda nacional ofrecerá estabilidad a un sector en plena recuperación.

Medidas antidumping

El otro aspecto relevante es el que concierne a las medidas antidumping.

La Comisión Europea decidió renovar las medidas frente a las importaciones de baldosas provenientes de China, al menos, hasta 2022. Esto supone la aplicación de aranceles de entre el 30% y el 69%, protegiendo así al sector nacional de las prácticas de competencia desleal.


Además, el sector también logró salir airoso de las acusaciones realizadas por el vecino Marruecos respecto a supuestas tácticas dumping. Tras demostrar que dichas acusaciones estaban infundadas, se evitó la aplicación de medidas correctivas.

Retos de la industria

Pese a los buenos datos de hace un año, el presente ejercicio presenta una notable incertidumbre.

Caída de las exportaciones durante la primera mitad del año

El primer semestre de 2018 no evolucionó de la forma en la que se esperaba.

Once de los principales países importadores de la cerámica nacional redujeron el volumen de operaciones, frente a solo cuatro países que experimentaron un incremento de la demanda.

Entre todas las caídas, sabe destacar las siguientes:

  • La demanda francesa cayó un 5,9%.
  • China importó un 22% menos.
  • Argelia se desplomó un 25,4%.
  • Y Arabia Saudí contrajo su demanda un 39,3%.


Las buenas noticias llegaron de Estados Unidos, Alemania, Bélgica y, especialmente, Italia y Marruecos, que experimentaron un alza de la demanda del 56,1% y 22,4% respectivamente.

La situación resulta preocupante, y será necesario comprobar los datos de cierre del ejercicio para valorar correctamente la evolución del mercado.

Atomización del sector

Actualmente, el sector nacional se encuentra en manos de 142 pymes altamente especializadas.

Durante la crisis económica, tuvo lugar una fuerte contracción de la demanda, lo que supuso una caída de las ventas anuales desde los 3671 millones en 2008, hasta los 2548 millones en 2009. Poco a poco, la producción y las ventas fueron recuperándose, no sin que tuviera lugar un proceso de reestructuración y concentración en grupos corporativos, capaces de ofrecer una mayor gama de productos.

Sin embargo, el sector permanece demasiado atomizado, lo cual puede dificultar su competitividad a la hora de competir en la economía de escala.

Ganar cuota de cerámica de calidad

España produce una media anual de 530 millones de metros cuadrados de azulejos. Tal y como hemos indicado al comienzo del artículo, esto la sitúa como principal exportador dentro del territorio de la UE.

No obstante, más del 60% de las ventas son productos básicos y materias primas. De hecho, durante el primer trimestre del año, Italia incrementó la importación de fritas y esmaltes españoles en un 56,1%.

Sin lugar a dudas, el país helvético –y principal competidor de España- aceleró la producción de azulejos durante la primera parte del año, motivo por el cual necesitó aprovisionarse de los materiales producidos en nuestro país.

Este es tan solo un ejemplo de la evidente necesidad de que la industria nacional conquiste una mayor cuota de mercado en la cerámica de calidad.

El producto acabado está menos sujeto a las fluctuaciones de precios, y es un factor de diferenciación clave respecto a la producción masiva del gigante chino.

Por supuesto, los representantes del sector tienen otras muchas demandas, tales como:

  • La necesidad de recuperar el reconocimiento de eficiencia energética de sus fábricas de cogeneración.
  • La aplicación de incentivos y medidas fiscales para la rehabilitación de la vivienda.
  • La creación de un corredor ferroviario mediterráneo que refuerce la capacidad logística.


En definitiva, el sector del azulejo goza de buena salud tras varios años de recuperación económica. Sin embargo, es buen momento de tomar medidas que permitan consolidar su competitividad y mantener la senda de su crecimiento.

Actualidad Solunion