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Perspectivas del sector de azulejos y pavimentos cerámicos en 2022

Azulejos

Según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER), España es el quinto productor mundial, segundo exportador por volumen y tercer exportador por valor del sector de azulejos y pavimentos cerámicos.

El sector viene protagonizando una excelente racha de crecimiento durante los últimos años. No obstante, comienza a dar algunas muestras de agotamiento que se unen a un contexto adverso para 2022.

Récord de exportación de azulejos en 2021

Uno de los principales factores de crecimiento ha sido la fuerte demanda en el exterior. Las exportaciones lograron batir su récord histórico de ventas, con un incremento del 24,62% respecto al ejercicio anterior. 

Este incremento se tradujo en una facturación de más de 3.660 millones de euros, impulsada tanto por un mayor volumen de los pedidos como por el alza de los precios durante el último cuatrimestre del año.

Cabe señalar que la evolución experimentada en 2021 superó notablemente la media de crecimiento anual del 5% marcada a lo largo de la última década.

El principal mercado del azulejo español es Estados Unidos, que acapara el 12% de las ventas en el exterior.

Cambio de tendencia en la producción de azulejos

A pesar de las buenas cifras de facturación, el nivel de producción del sector parece estar mostrando un cambio de tendencia a la baja. El índice de producción acumulado alcanzó un 33,7% hasta el mes de mayo. Sin embargo, comenzó a reducirse hasta el 22% a finales de año.

Hiperinflación como impulsora de la facturación

Los precios del azulejo han crecido a ritmo de dos dígitos en un plazo muy corto de tiempo, lo cual está favoreciendo el aumento de la facturación.

Por un lado, la demanda estructural se ha incrementado, con los azulejos ganando cuota de mercado frente a otras soluciones como el parqué, el mármol y la moqueta. Además, la pandemia del coronavirus ha propiciado una subida de la demanda orgánica en forma de rehabilitaciones inmobiliarias, tanto por parte de particulares como del sector hotelero y sanitario.

Principales desafíos en 2022 para el sector de los azulejos y pavimentos cerámicos

Con independencia de la resiliencia que el sector del azulejo ha demostrado durante los años de pandemia, es necesario abordar una serie de factores que podrían mermar sus márgenes de beneficio y dificultar el correcto desarrollo de su actividad.

El informe “Sector Azulejos y pavimentos cerámicos en España”, publicado por Solunion, pone de manifiesto un conjunto de desafíos.

Desabastecimiento de arcilla por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania

De acuerdo con los datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), el 85% de las arcillas importadas provienen de Ucrania.

Los productores españoles optaron por hacer acopio de provisiones, incrementando sus compras en enero de este año. El puerto de Castellón -principal enclave logístico del sector- registró un aumento del 74% de las importaciones de arcillas durante ese mes respecto al mismo periodo de 2021. En total, llegaron 286.000 toneladas en un solo mes, lo que representa el 18% de toda la materia prima importada en 2021.

Sin embargo, desde la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero, la actividad económica en el país del este se ha paralizado. Sin embargo, el sector estima que las provisiones permitirán mantener el ritmo de producción durante los próximos cinco meses. Pasado ese plazo sin una solución al conflicto, habría que afrontar un escenario de desabastecimiento.

La exploración de nuevas minas en España parece descartada, debido a los numerosos trámites burocráticos. Según la Federación de la Industria extractiva de la Comunitat Valenciana (Fiecova), los plazos de aprobación de una nueva instalación pueden llegar a demorarse hasta 10 años en la Comunidad Valenciana.

Cierto es que la reciente concesión extractiva de Teruel, tramitada mucho antes del surgimiento del conflicto bélico, permitirá extraer hasta 600.000 toneladas anuales de arcilla nacional. No obstante, los costes de puesta en marcha y extracción supondrán una alteración de las condiciones del sector.

Aumento del precio de los combustibles

El invierno trajo consigo el aumento del precio del gas natural y del petróleo. La necesidad de calentar millones de hogares y la contención de la producción por parte de la OPEP y Rusia propiciaron este incremento de los precios, que ahora se ve acelerado por la guerra en Ucrania.

Hay que recordar que el consumo de energía por parte del sector azulejero constituye un factor clave en su estructura de costes. 

A pesar de que la Unión Europea aún no ha tomado medidas contra las importaciones de combustibles rusos, los mercados ya están anticipando un escenario de escasez. Sirva de ejemplo el precio del barril Brent, de referencia en Europa, que ha cotizado por encima de los 120 dólares.

Desde finales de 2021, el sector ha tenido que elegir entre dos opciones:

  • Paralizar su producción, ante el miedo a no poder repercutir el incremento de costes en el precio de venta.
  • Mantener su producción y acumular stock, solo al alcance de aquellas empresas con suficiente flujo de caja.

En ambos casos, el vencimiento de los contratos gasísticos supondrá un punto de inflexión. Especialmente si el conflicto bélico continúa o se prohíbe la importación de combustibles rusos.

Transición ecológica y exigencias de la descarbonización

Finalmente, el proceso de descarbonización de la industria también va a suponer una fuerte presión sobre la cuenta de resultados del sector. Como consecuencia, podría mermar su competitividad.

Conviene tener presente que la industria cerámica es una de las más contaminantes, con el 29,4% de las emisiones totales en 2019. 

La inversión que supondrá la transición tecnológica ascenderá a 213 millones de euros entre 2021 y 2025. Este importe representa todo el beneficio anual del sector.

De acuerdo con el citado informe “Sector Azulejos y pavimentos cerámicos en España”, la factura energética sectorial se incrementará un 14%. Todo ello, teniendo en cuenta que no existen alternativas energéticas al gas natural que resulten viables en la actualidad.

En este contexto, no resulta extraño que el coste de los derechos de emisión por tonelada de CO pasase de 20 euros en 2020 a 50 euros en 2021.

El sector está haciendo frente a grandes operaciones de especulación por parte de bancos y fondos de inversión que esperan una fuerte revalorización de aquellos. 

Actualidad Solunion