En 2024, España creció un 3,2% frente al escaso 0,7% de la eurozona. Un contraste que pone de relieve el dinamismo de la economía española, incluso en un contexto internacional incierto.
Mientras las exportaciones españolas de bienes hacia la Unión Europea y Estados Unidos se estancaban, muchas empresas comenzaron a abrir nuevas rutas hacia Asia, América Latina, África y Oceanía. De hecho, el año pasado, el número de empresas exportadoras regulares creció un 4,8 %, hasta alcanzar las 45.931.
Estas compañías representan casi el 96 % del total exportado y son clave para sostener la competitividad exterior. Diversificar destinos ya no es solo una opción táctica. Es una estrategia imprescindible para resistir las tensiones geopolíticas y consolidar el crecimiento exterior.
La caída de las exportaciones tradicionales
En 2024, las exportaciones a la Unión Europea cayeron un 0,9%, y las dirigidas a Estados Unidos retrocedieron más de un 4%. El parón económico en la eurozona afectó especialmente a las ventas dirigidas a Alemania, Francia y Bélgica, mientras que la guerra comercial impulsada por Estados Unidos supuso un freno adicional para los flujos transatlánticos.
Sectores más afectados: automoción, semimanufacturas y bienes de equipo
Los productos más impactados por la contracción fueron los bienes de consumo duradero (como los automóviles), las semimanufacturas y los bienes de equipo.
En Estados Unidos, el 67% de las exportaciones españolas se concentraron en solo cinco sectores: productos químicos, maquinaria industrial, bienes de equipo, productos energéticos y aceites. Muchos de ellos quedaron expuestos a los aranceles o a la caída de la demanda.
¿Riesgo coyuntural o cambio estructural en las exportaciones españolas?
Aunque parte de la caída responde a factores coyunturales, como los aranceles o el ciclo económico europeo, algunos analistas apuntan a un cambio estructural. Los mercados tradicionales muestran signos de madurez y menor crecimiento. Esto hace que la diversificación geográfica no sea solo una reacción temporal, sino una adaptación necesaria a un nuevo entorno global más fragmentado y competitivo.
Nuevos destinos y oportunidades para las exportaciones españolas
Ante la caída de la demanda en la Unión Europea y Estados Unidos, muchas empresas españolas han redirigido su estrategia comercial hacia mercados con mayor dinamismo y potencial de crecimiento. En 2024, Asia, América Latina, África y Oceanía ganaron protagonismo como destinos emergentes para las exportaciones españolas.
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Asia y ASEAN: 800 millones de consumidores por explorar
Las exportaciones españolas a los países de la ASEAN crecieron un 13,9 % en 2024. Aunque parten de cifras modestas, economías como Indonesia, Vietnam o Filipinas ofrecen grandes oportunidades por su crecimiento sostenido, urbanización acelerada y una clase media en expansión. A esto se suma el interés por productos europeos de calidad, desde alimentación hasta tecnología industrial.
América Latina y el Caribe: afinidad cultural, idioma y tratados comerciales
Con un crecimiento del 5,8% en 2024, América Latina y el Caribe siguen siendo aliados naturales. El idioma común, los lazos históricos y la fuerte presencia de empresas españolas facilitan el acceso y la adaptación comercial.
Además, el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur podría incrementar las exportaciones en sectores clave como el vino, el aceite de oliva o la maquinaria.
Oceanía, África y Oriente Medio: mercados nicho con alto poder adquisitivo en las exportaciones españolas
Oceanía, con un crecimiento del 15,1 % en 2024, y países como Canadá, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí se perfilan como nuevos destinos estratégicos. Son mercados exigentes, pero valoran la calidad, el diseño y el servicio asociado a los productos españoles.
Por último, en África, Marruecos y Argelia han visto reforzado su papel como socios comerciales clave, especialmente en bienes industriales, alimentación y energía.