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Gestión de la responsabilidad social para tu modelo empresarial

Responsabilidad Social

La responsabilidad social corporativa (RSC) consiste en toda aquella actividad llevada a cabo por una empresa con el objetivo de apoyar el desarrollo social, económico o medioambiental de su entorno. No obstante, muchas empresas tienen serias dificultades a la hora de desarrollar y ejecutar una política que realmente cumpla con estos propósitos.

Tal y como afirma una célebre publicación de la firma McKinsey, llamada Making the most of corporate social responsibility, muchas organizaciones caen en el error de adoptar proyectos de impacto nulo, o bien siguen estrategias de carácter filantrópico que persiguen un objetivo más propagandístico que transformacional. Estos enfoques ponen en cuestión el verdadero propósito de la RSC.

Principios de la responsabilidad corporativa

Lo primero que debe tenerse en cuenta es que la responsabilidad social corporativa no tiene como objetivo construir ni fortalecer la imagen y reputación de la empresa. Ese es tan solo un posible efecto colateral que, en ningún caso, debería guiar los planteamientos estratégicos.

La mencionada publicación de McKinsey aboga por establecer alianzas con otras organizaciones. De esta manera, sí puede llegar a generar valor para la sociedad al tiempo que fortalece el negocio. En este sentido, resulta conveniente:

  • Concentrar los esfuerzos de la RSC, de manera que las actuaciones puedan tener un impacto significativo.
  • Comprender realmente los beneficios que se puedan generar tanto a nivel social como de negocio.
  • Buscar esos socios o aliados con los que se pueda establecer una relación productiva de largo plazo.

Dicho esto, la implantación de una estrategia de responsabilidad social corporativa requiere tener en cuenta diversos ámbitos o aspectos:

  • La cultura de la empresa.
  • La estructura organizativa.
  • El seguimiento y control de la actividad de la empresa, de acuerdo con su RSC.
  • Y la comunicación pública de su RSC.

Cómo implantar una estrategia de responsabilidad social corporativa

Teniendo en cuenta los factores señalados anteriormente, el desarrollo e implantación de una estrategia de RSC suele implicar las siguientes etapas:

Análisis de situación

En primer lugar, se han de analizar tanto las características del negocio ya mencionadas, como la cultura o la estructura organizativa, como el impacto que su actividad tiene en su entorno.

Igualmente, se han de conocer las principales necesidades y demandas sociales. De esa forma, se podrá identificar con criterio cuáles son las mejores opciones que la empresa tiene. Sobre todo a la hora de apoyar determinados cambios sociales, económicos y medioambientales, así como el impacto real que su actuación va a generar.

Evaluación de las responsabilidades sociales de la empresa

Cada una de las responsabilidades identificadas debe ser evaluada. A menudo, se confunde el cumplimiento normativo o el respeto a los principios éticos básicos con la manifestación de la RSC.

Sin embargo, estos aspectos son un denominador que debería ser común a toda organización. Bajo ningún concepto, deberían considerarse como elementos suficientes y legitimadores de la responsabilidad social corporativa.

El propósito de esta fase es evaluar todo el conjunto de responsabilidades que, aun no siendo exigibles desde un punto de vista legal o ético, constituyen demandas sociales factibles en coste y tiempo.

Diseño de una política y programa de actuación

Finalmente, se ha de proceder a diseñar un programa de actuación que permita implementar acciones con un impacto social, económico o medioambiental positivo.

En primer lugar, la dirección de la empresa debe crear una política que articule los valores y principios éticos de la actividad. Lo hará en colaboración con todo el personal de la compañía y los agentes sociales interesados.

Después, se han de definir acciones específicas, así como los indicadores que permitan evaluar el posterior desempeño de la RSC.

En tercer lugar, se ha de divulgar la nueva política y estrategia de RSC en todos los estamentos de la organización. Además, se han de destinar los recursos necesarios para su inmediata ejecución.

En este sentido, hay que tener en cuenta algunos de los ámbitos:

  • Gestión medioambiental de la empresa.
  • Gestión de personas y derechos humanos.
  • Acción social y comunidad.
  • Transparencia de la actividad.
  • Trato a clientes y proveedores.

Cada uno de estos ámbitos constituye una realidad muy cercana que toda empresa debe valorar durante el diseño de su programa de responsabilidad social corporativa.

Implantación y monitorización del cumplimiento

Una vez definida y divulgada la política y la estrategia referente a la RSC de la empresa, llega el momento de crear los grupos de trabajo y poner en marcha o reiniciar la actividad del negocio con los nuevos parámetros establecidos.

De forma periódica, se deberán emitir informes de resultados que permitan comprobar los indicadores de cumplimiento de la RSC y hacer los ajustes oportunos.

Finalmente, conviene recordar que la responsabilidad social corporativa es un ámbito que requiere paciencia y perseverancia. Con frecuencia, sus resultados tienen lugar en el medio y largo plazo. Sin embargo, es una recompensa que vale la pena y cada vez son más las empresas que adoptan estándares de RSC como parte intrínseca a su cultura corporativa.

Actualidad Solunion