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Auge de los ecocombustibles en la Transición Ecológica

ecocombustibles

En diciembre de 2019, la Comisión Europea aprobó el Pacto Verde Europeo, cuyo principal objetivo es lograr la neutralidad en las emisiones de carbono, para el año 2050. Los ecocombustibles podrían jugar un papel relevante en esta transición, siempre y cuando se logre superar un conjunto de barreras tecnológicas y logísticas.

De acuerdo con los objetivos marcados por la Unión Europea, para el año 2030, la cuota mínima de ecocombustibles debería alcanzar el 14% del total.

El último Barómetro de Biocombustibles de EurObserv’ER, publicado en 2019, señaló que los ecocombustibles más utilizados en los países europeos fueron el biodiésel (80,5%), el bioetanol (18 %) y el biogás (1,5%).

Ecocombustibles de primera y segunda generación

Para empezar, es necesario distinguir entre aquellos combustibles ecológicos que se producen con la fermentación de productos vegetales (primera generación), y aquellos obtenidos a partir de residuos biológicos o de manera sintética (segunda generación).

Bioetanol y biodiésel

Entre los ecocombustibles de primera generación más conocidos, destacan el bioetanol y el biodiésel.

El bioetanol es muy popular en América, especialmente, en países como Estados Unidos y Brasil. Se produce a partir de vegetales como la caña de azúcar o la remolacha.

Por su lado, el biodiésel está extendido en Europa, y se fabrica con aceites provenientes de la colza, la palma, el lino o el girasol, entre otros; así como con grasas animales.

Segunda generación

Entre los ecocombustibles de segunda generación, hay que distinguir entre:

  • Aquellos producidos con residuos biológicos, de cereales como el maíz, de plantas oleaginosas como la soja, de especies forestales, como el pino o el eucalipto, y también de aceites usados, desechos agrícolas y biomasa forestal.
  • Aquellos obtenidos sintéticamente, a partir de hidrógeno verde o CO2 capturado.

Sustitución de los ecocombustibles de primera generación

La mayor crítica recibida por este tipo de combustibles es el hecho de que suponen la dedicación de enormes campos de cultivo, para su producción.

Por una parte, esto restringe la producción de alimentos, en favor de la del combustible.

Además, el cultivo del terreno también implica una importante huella de carbono, y un gasto energético que hace discutible la eficiencia de todo el proceso.

Las alternativas de segunda generación, sin embargo, permiten aportar valor añadido al reciclado de los residuos biológicos.

Ecocombustibles y el sector del transporte

El sector del transporte es un importante emisor de CO2, por lo que su transición ecológica constituye una de las prioridades, para alcanzar la neutralidad de carbono.

De acuerdo con el Ministerio de Transición Ecológica, en España, este sector emite el 25% de los gases de efecto invernadero.

La electrificación ha ganado popularidad durante los últimos años; sin embargo, requiere de la construcción de una nueva infraestructura de abastecimiento y la renovación del parque de vehículos.

Por el contrario, los ecocombustibles se valen de la misma red de distribución y no requieren la sustitución de la tecnología de los vehículos.

El transporte pesado presenta una dificultad añadida, en forma de autonomía. Por tierra, mar y aire, el transporte de grandes mercancías requiere grandes cantidades de energía, que las actuales baterías eléctricas no pueden almacenar.

El biodiésel de segunda generación, el gas natural licuado e incluso el amoniaco verde y los combustibles sintéticos han comenzado a abrirse camino, para abastecer a este sector.

El pasado mes de julio, la Comisión Europea presentó una propuesta de regulación, para el combustible sostenible en el sector de la aviación o sustainable aviation fuel (SAF).

El objetivo es que este tipo de combustibles alcancen el 63% del total utilizado en la aviación europea, para el año 2050.

Nacimiento de la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles

También durante el mes de julio, un total de dieciséis asociaciones, que representan al sector del transporte por tierra, mar y aire, así como a los agricultores, a la pesca y a los productores y distribuidores de carburantes y de biocarburantes, constituyeron la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles.

Estas asociaciones aglutinan a más de 319.000 empresas de múltiples sectores, incluyendo autónomos, pymes y multinacionales.

El objetivo de esta plataforma es el impulso de la utilización de combustibles líquidos renovables y neutros en carbono.

Concretamente, demanda la inclusión de estos combustibles en los planes, marcos regulatorios y políticas fiscales para la transición energética y la descarbonización.

A su favor, argumentan varias de las cuestiones expuestas en este artículo, como:

  • La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • El auge de la economía circular.
  • El desarrollo de la “España vaciada”.

Además, destacan que este tipo de combustible es, hoy por hoy, la única alternativa viable para sectores como la aviación o la maquinaria agrícola, en los que electrificación resultaría costosa e ineficiente.

En definitiva, los combustibles ecológicos aún tienen un importante camino que recorrer, tanto en términos infraestructurales, como en lo que concierne a su propia viabilidad como sustitutos de los residuos fósiles.

Actualidad Solunion