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¿Cómo cambiará la Industria 5.0 a las empresas?

Industria 5.0

A principios de 2021, la Comisión Europea acuñó el término Industria 5.0 para referirse a un nuevo modelo de producción que se valga de la tecnología para incrementar su competitividad y, al mismo tiempo, generar un cambio positivo en la sociedad.

Por supuesto, esta idea ya tiene antecedentes en conceptos tan instaurados como la Responsabilidad Social Corporativa. Sin embargo, la Industria 5.0 aspira a anteponer el bienestar de las personas y el planeta sobre los beneficios empresariales. Se trata de un enfoque muy radical, que tiene como fundamento la emergencia climática y los objetivos de descarbonización.

Sobra decir que no está carente de desafíos para las empresas. Al fin y al cabo, esta transformación del modelo productivo va a requerir un gran esfuerzo. Además, podría poner en peligro la viabilidad económica de muchas organizaciones y sectores tal y como los conocemos.

Los tres grandes pilares de la Industria 5.0

Conviene señalar que, al igual que sus versiones anteriores, la Industria 5.0 no se limita al ámbito industrial. En su lugar, es aplicable a todos los modelos de actividad económica. Dicho esto, este concepto se articula en tres pilares fundamentales:

Estrategia centrada en el ser humano

La contratación y retención del talento se ha convertido en un importante desafío para las empresas actuales; especialmente, en todo lo referido a las competencias digitales.

Por ese motivo, la Industria 5.0 implica adoptar una estrategia centrada en el ser humano. O lo que es lo mismo, promover el talento, la diversidad y la capacitación dentro de las empresas.

Estrategia resiliente

Si algo han demostrado los eventos de la historia reciente -pandemia del coronavirus y guerra en Ucrania- es la fuerte interconexión de la cadena logística internacional así como las economías a lo largo del mundo.

La alteración de un solo factor afecta a todo el conjunto y tiene repercusiones a gran escala, como la escasez de suministros o el aumento de la inflación.

En este sentido, las empresas llevan tiempo apostando por incrementar su agilidad e incorporar modelos operativos “lean”. Sin embargo, la resiliencia implica desarrollar la capacidad para anticiparse, reaccionar rápidamente y aprender de las crisis, con el fin de garantizar la sostenibilidad del negocio y un rendimiento económico estable en el tiempo.

Estrategia sostenible

Finalmente, las empresas no solo deben reducir y neutralizar el impacto negativo que su actividad pueda tener sobre el ecosistema.

En su lugar, deben adoptar un enfoque proactivo para convertirse en parte de la solución al calentamiento global y deterioro medioambiental. Esto implica que sus modelos de negocio deben tener un impacto positivo neto en el medio ambiente.

Sobra decir que el concepto de la Industria 5.0 apenas ha comenzado a dar sus primeros pasos. Nació en el contexto de recuperación económica tras la pandemia del coronavirus, apoyado por iniciativas como el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y los fondos Next Generation aprobados por la Unión Europea.

Sin embargo, las fuertes presiones a las que las empresas se están viendo sometidas en la actualidad plantean un horizonte de incertidumbre. De hecho, el reciente informe elaborado por Allianz Research, denominado “Growing risks and uneven state support”, augura un fuerte repunte de las insolvencias a nivel mundial.

En este entorno adverso, cabe preguntarse si las empresas contarán con los recursos y la voluntad necesarios para afrontar su transformación hacia la Industria 5.0 en los mismos plazos que la Unión Europea ha planteado para la descarbonización.

Actualidad Solunion