En 2024, las exportaciones españolas a Canadá alcanzaron los 2.204 millones de euros, con un crecimiento del 1,2%, convirtiendo a Canadá en un nuevo socio estratégico de España. Al mismo tiempo, las importaciones cayeron un 18,6%, lo que permitió reducir el déficit comercial un 84,5%.
Esta mejora en la balanza refleja un posicionamiento más equilibrado y competitivo. El número de empresas exportadoras a Canadá ha aumentado un 35% en los últimos cinco años. En total, 5.753 pymes españolas exportaron a este mercado en 2023, y más de 4.000 importaron desde allí. Además, España invirtió 15,26 millones de euros en Canadá entre enero y septiembre de 2024, principalmente en servicios financieros.
Por su lado, Canadá destinó a España 331,79 millones de euros en el mismo periodo, con el foco puesto en la energía, la minería y la industria audiovisual. Un flujo inversor cada vez más diversificado.
En definitiva, la relación comercial entre España y Canadá está progresando, y es un reflejo de las oportunidades de negocio que el país norteamericano ofrece a las empresas españolas.
Infraestructuras: un mercado en expansión que busca un nuevo socio estratégico
Canadá ha lanzado uno de los planes de inversión en infraestructuras más ambiciosos de su historia. Se trata del “Investing in Canada Plan”, que movilizará más de 122.000 millones de euros hasta 2028.
Las prioridades son claras: mejorar el transporte urbano, modernizar puertos, desplegar redes inteligentes y acelerar la transición hacia energías limpias. Un escenario que requiere experiencia, tecnología y proveedores sólidos. Las instituciones canadienses dan prioridad a la solvencia técnica, la sostenibilidad y el cumplimiento normativo.
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Es un mercado exigente, pero ofrece seguridad jurídica, pagos puntuales y estabilidad a largo plazo. Varias compañías líderes del sector llevan años involucradas en grandes proyectos, especialmente en construcción subterránea y transporte urbano.
Sin embargo, también hay espacio para pymes especializadas, que ya operan con éxito en nichos técnicos como la ingeniería estructural o geotécnica. Sin duda, es una buena oportunidad para las empresas españolas que quieran posicionarse como socios estratégicos en un mercado con alta demanda y márgenes atractivos.
Agroalimentario y gourmet: calidad y sostenibilidad como ventaja competitiva
El consumidor canadiense se decanta por alimentos saludables, sostenibles y que destaquen por su sabor auténtico y su origen. Además, está dispuesto a pagar más por productos gourmet que cumplan con estándares éticos y medioambientales.
Las marcas españolas del sector agroalimentario tienen una oportunidad real de crecer en valor añadido y ocupar espacios dejados por competidores tradicionales.
Aceite de oliva, vino y conservas: productos con fuerte posicionamiento con nuestro nuevo socio estratégico
España exporta unas 50.000 toneladas anuales de aceite de oliva a Canadá, y ha recuperado el liderazgo frente a Túnez e Italia. Por su parte, el vino español también ha ganado cuota tras la retirada de los productos californianos; y las conservas vegetales están consolidando su presencia con propuestas cada vez más premium.
Reacción al proteccionismo estadounidense: más espacio para lo europeo
Las recientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y Canadá han generado un nacionalismo económico que no solo protege lo local, sino que también ha desplazado productos estadounidenses. Esto ha abierto la puerta a opciones europeas, especialmente aquellas que apuestan por el origen, la autenticidad y la diferenciación.
Ciudades inteligentes, energía y tecnología urbana: un mercado emergente en pleno auge
Canadá está apostando fuerte por las ciudades inteligentes como motor de innovación urbana y eficiencia energética.
Se espera que el mercado canadiense de smart cities crezca a un ritmo del 26% anual hasta 2030, impulsado por la digitalización de servicios urbanos, la eficiencia energética y las infraestructuras sostenibles. Este entorno representa una oportunidad clara para empresas especializadas en soluciones urbanas inteligentes.
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Oportunidades en eficiencia, monitorización, materiales y datos
Las áreas con mayor demanda son: monitorización ambiental, eficiencia energética, gestión de datos urbanos, sistemas de movilidad y materiales inteligentes para construcción sostenible.
Es, por tanto, un escenario idóneo para empresas españolas especializadas en soluciones en IoT, inteligencia artificial aplicada o gestión energética.
Factores que tener en cuenta con Canadá, el nuevo socio estratégico
Canadá ofrece muchas oportunidades, pero la entrada a este mercado también exige una preparación cuidadosa. El entorno regulatorio, fiscal y comercial varía mucho según la provincia, y contar con los apoyos adecuados puede resultar fundamental.
Descentralización provincial: normativa, impuestos y estrategias locales
Cada provincia canadiense tiene sus propias reglas, impuestos, parlamento y políticas comerciales. Esta fragmentación obliga a entender bien el marco local antes de operar. No es lo mismo trabajar en Ontario que en Quebec o Columbia Británica.
Por eso, las empresas ya implantadas recomiendan tomarse tiempo para entender el entorno. La elección de la provincia o ciudad donde establecerse debe responder a criterios estratégicos: proximidad al mercado objetivo, facilidad para establecer alianzas, compatibilidad sectorial y barreras regulatorias.
Apoyos disponibles: CETA, Oficina Comercial, Cámara de Comercio de España en Canadá
Por último, el Acuerdo CETA facilita el acceso al mercado canadiense con menores aranceles y más acceso a licitaciones públicas. Además, las empresas pueden contar con el apoyo de la Oficina Comercial en Toronto y la recién reconocida Cámara de Comercio de España en Canadá, para identificar oportunidades y socios locales.